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Páginas webs económicas en Lima, Perú

Cuando empezamos con un emprendimiento entendemos que es de vital importancia para este contar con presencia en Internet, esto es: tener una página de Facebook, tener un perfil en Instagram y, por supuesto, tener una página web.

Es en este último caso que siempre tenemos incógnitas y preguntas por resolver, pero la principal siempre es ¿Cuánto me va a costar? En este artículo te ayudaremos a resolver esta duda.

Pero antes, recuerda que desde este blog estaremos publicando información super importante para que puedas entender en mayor detalle todos los aspectos que debes de saber a la hora de empezar a tener presencia en Internet.

¿Cuánto debo pagar por una página web?

La respuesta es simple: depende. Ahora bien ¿Cuáles son esas variables?

Cuando desarrollamos una página web hay que determinar primero ciertos detalles importantes. Estos son:

  1. ¿Será una web informativa o una tienda virtual?
  2. ¿Cuántas secciones va a tener la página web?
  3. ¿Qué tipo de hosting va a requerir?
  4. ¿Qué dominio vamos a adquirir?
  5. ¿Qué diseño vamos a implementar?
  6. ¿Será autoadministrable o no?
  7. ¿Quién la va a hacer?

Si todo esto te marea, no te preocupes. Lo resolveremos fácilmente.

  1. Una web informativa nos sirve para mostrar información relacionada a nuestra empresa, nuestros servicios y actividades. No necesita mucho mantenimiento y, si deseamos, puede contar con un blog donde publiquemos contenido de interés para nuestro público (esto beneficia al SEO de nuestra web, pero lo veremos a detalle en otro artículo). Por otro lado, una tienda virtual puede contener todo lo que ya trae una web informativa, pero teniendo a la vez la capacidad de vender nuestros productos, permitiéndonos cobrar y gestionar pedidos a través de nuestra propia página (aunque requerirá de mayor mantenimiento).
  2. Las secciones de una web son las que conocemos popularmente como “acerca de”, “contacto”, “servicios”, etc. Técnicamente son páginas donde colocamos información relevante de lo que ofrecemos como emprendimiento.
  3. El hosting, en resumen, es el espacio en Internet donde se almacenan los archivos que componen tu página web. Existen múltiples variedades de servicios de hosting, pero el más popular es el hosting compartido. Este tipo de servicios, por lo regular, se pagan anualmente -como un alquiler-, aunque algunos nos permiten pagar de mes a mes o adquirir su servicio por varios años sin necesidad de renovar.
  4. El dominio es la dirección de tu página web, como lo puede ser, por ejemplo, www.mateuss.net. Existen varios tipos de dominio: net, com, pe, org, etc, y sus precios pueden variar (un dominio punto pe cuesta S/110.00 mientras que un dominio punto com ronda los S/55.00). Al igual que con el hosting, debemos pagar anualmente el precio de nuestro dominio para no perderlo (a esto le llamamos renovación). A la hora de iniciar nuestro proyecto web debemos de definir el dominio que deseamos tener y verificar que se encuentre disponible el nombre que queremos (caso contrario solo queda ver qué alternativas podemos utilizar).
  5. El diseño de nuestra web dependerá mucho de para qué la queremos y cómo deseamos mostrar la información. Para esto podemos inspirarnos en webs que nos gustan o bien hacer un diseño (maqueta) estático desde cero. En este apartado es siempre importante contar con la ayuda de un experto, ya que nuestra página debe de estar bien diseñada para poder visualizarse correctamente (y adaptarse) en todo tipo de dispositivos y pantallas (teléfonos celulares, laptops, tablets, PCs de escritorio, TVs, etc).
  6. Una web autoadministrable es la que utiliza un sistema al cual podemos acceder con un usuario y contraseña. Esto nos permite ingresar a editar con facilidad cualquier texto o imagen de nuestra página sin necesidad de un programador o desarrollador web. Por el contrario, si nuestra web no es autoadministrable, dependeremos de un experto para poder efectuar cambios.
  7. Determinar quién hará nuestra web es super importante. Podemos ser nosotros mismos, pero si no contamos con los conocimientos básicos necesarios puede llegar a ser una tarea muy desgastante y que nos quite demasiado tiempo (y el tiempo es dinero), siendo el resultado no siempre el mejor. Lo ideal es trabajar con un desarrollador web, que puede ser una empresa o profesional independiente, en cuyo caso siempre será importante considerar su portafolio (qué trabajos ha hecho) para determinar la calidad de su trabajo y qué experiencia tiene y, por sobre todo, constatar si cuenta con buenos testimonios de sus clientes y brinda sus datos de forma transparente.

Todo esto condiciona el costo que puede llegar a tener una página web. Ahora, existen empresas formales y con testimonios positivos de sus clientes (como Mateuss) que ofrecen paquetes predefinidos a costos bastante bajos que pueden resolvernos el dolor de cabeza. Una web informativa desde S/600 o una tienda virtual desde S/800. Es probable que encontremos precios más bajos, pero ahí podemos encontrarnos con proveedores que no realicen bien el trabajo, resultando en que terminamos con una web que no se adapta bien a todas las pantallas, que carga lento, etc. O, mucho peor, podemos encontrarnos con un proveedor que nos abandona y nos deja con todo a medias (estos casos, lamentablemente, son muy comunes).

Recuerda que, a veces, lo barato sale caro. Fíjate bien siempre antes de contratar un servicio y verifica que tu proveedor puede garantizarte un trabajo bien hecho, un servicio a la altura de tu emprendimiento y un acompañamiento más allá de la finalización de la página web.